¡Haz del calor tu mejor amigo!

Pies dentro del mar

Para muchos, los meses de verano son sinónimo de vacaciones, chanclas, playita…
Aunque para otros, menos afortunados, no cambia nada y deben seguir su rutina con zapatos cerrados a pesar de las altas temperaturas.

Sea cual sea tu situación, el calor puede impactar la salud de tus pies: sequedad, aparición de grietas, incluso hongos…

Te damos 5 consejos para cuidar de tus pies y que puedas lucirlos con orgullo en tus sandalias preferidas este verano ?

1 - Mantén una higiene impecable

Parece un consejo obvio (¡para todo el año!), pero en verano, es todavía más importante. Solemos tener los pies descubiertos y por lo tanto, en contacto más directo con la suciedad del suelo. Y secarse correctamente tras la ducha es tan necesario como lavarse.
¡No te olvides de los pliegues entre cada dedo de pie!

2 - ¡Y no te olvides de las uñas!

No hablamos solo de la pedicura fashion para lucir sandalias con estilo.
Sino del corte de las uñas. La manera correcta de hacerlo es dándoles forma recta, a uno o dos milímetros por encima del dedo.
¡Cuidado! El corte con curvatura favorece la aparición de uñas encarnadas.

Recuerda también que un uso continuo de pintauñas debilita mucho la uña.
Elige un esmalte de calidad pero evita los permanentes que cuestan mucho de quitar. Las uñas necesitan respirar.

3 - Hidrata tus pies a diario...

Es la parte del cuerpo que más sufre de sequedad ya que la piel de los pies necesita un nivel alto de hidratación.
Adquiere la costumbre de aplicar crema hidratante a diario. El momento ideal para ello es después de la ducha, cuando los pies están bien limpios y secos.
Es la solución óptima para que desaparezcan las grietas en los talones.

4 - ... Y protégelos del sol

A tod@s se nos pasa ponernos protector solar en los pies, pero allí también tu piel puede estar atacada por los rayos UVA.
El calzado de verano los deja vulnerables a las quemaduras… ¡Y suelen ser las más dolorosas!

5 - No vayas nunca descalz@ en espacios públicos

Claro está, por la calle, vas con zapatos… Pero ¿cerca de la piscina? ¿Y en la ducha del gimnasio? Estos espacios son verdaderos nidos a infecciones y papilomas plantares, aunque los limpien regularmente con lejía.
No te confíes y ¡usa chanclas!

Cuidando los pies en la piscina

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